Sigue habiendo proyectos de hacer presas sobre bosques tropicales, y no se coge el ejemplo de lo que pasó en Surinam. Allí se creó un lago artificial de 915 kilómetros cuadrados, fue el primero que se construyó sobre un bosque tropical. La vegetación sumergida empezó a descomponerse y produjo gas sufhídrico. Durante dos años los trabajadores de la presa tuvieron que utilizar máscaras. El agua se volvió ácida y sin oxigeno, por lo cual todos los peces, que eran el principal alimento de la población local, murieron. La pestilencia del agua provocó muchas enfermedades, entre ellas la malaria.
Otro ejemplo es la presa hidroeléctrica de Akosombo, en Ghana, que se inauguró en 1966. Fue financiada por el Banco Mundial y se supone que iba a permitir regar grandes superficies de terreno y que desarrollaría industrialmente el país, ya que se conseguiría electricidad para explotar las reservas de bauxita.
Esta presa inundó 8482 kilómetros cuadrado de bosque tropical, casi el 5% del país, e hizo que 80.000 personas tuvieran que desplazarse. Como en el caso anterior se difundieron muchas enfermedades como la esquistosomiasis, que afectaron a los habitantes de alrededor.
Toda la electricidad que se generó fue destinada a la multinacional norteamericana Kaiser para la producción de aluminio. Además de todo esto, los norteamericanos no explotaron la bauxita de Ghana, sino que la importaban de Jamaica. La empresa Kaiser tenía un contrato por 30 años para comprar la electricidad de Akosombo a un precio ridículo, tan solo pagan el 5% de la tarifa mundial.
Los ejemplos son muchos, pueden llegar a aburrir, pero seguimos construyendo presas. ¿Es que no vemos lo que ha pasado que seguimos cometiendo los mismos errores? La electricidad que producen no es realmente una fuente de energía renovable, ya que los sedimentos se acumulan y acorta la vida de estos embalses, y la evaporación sobre todo en las regiones cálidas, reducen la cantidad de electricidad y de agua. Hacer un embalse no es un buen negocio, más bien al contrario.
La construcción de embalses sumerge tierras cultivables. Desplaza a sus habitantes, altera el territorio y altera toda su diversidad biológica. Dificulta la emigración de peces si no los extingue, y no permite el transporte de elementos nutritivos a las zonas más bajas del río. Evidentemente el caudal de los ríos disminuye drásticamente modificando el nivel de las capas freáticas. Se altera la composición del agua embalsada así como el microclima de alrededor. Cuanto más grande la presa, mayor desastre ecológico. ¿De verdad que no hay otra manera de hacer las cosas?
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