EJECUCIÓN POR APLASTAMIENTO DE ELEFANTE
Una costumbre del pasado
Durante casi 4000 años se ha utilizado la ejecución por aplastamiento de elefante en partes del sureste asiático, especialmente en la India.
Se hacían ejecuciones públicas donde un condenado a muerte era aplastado por un elefante, es lo que se conoce como gunga rao.
El elefante es un animal inteligente, versátil y fácil de domesticar. Pero no simplemente aplastaban al condenado, sino que los elefantes eran entrenados para realizar diferentes tipos de tortura. Podían prolongar la agonía del condenado para que muriera lentamente. Podían atarle las extremidades a las patas de elefante, y según este daba pasos se los dislocaba o se los arrancaba. O el elefante le dislocaba los miembros simplemente con movimientos rápidos de sus patas.
O le aplastaba las piernas o brazos sin llegar a matarle, provocando un gran sufrimiento a la víctima. O podían provocar una muerte rápida aplastándole simplemente la cabeza.
Toda la ejecución estaba supervisada por el mahout, esa persona encargada del entrenamiento del elefante desde que es pequeño. El mahout podía usar cadenas o un gancho para indicarle al elefante lo que tenía que hacer. Así que si en el último momento se decidía detener la ejecución, el elefante haría lo que el mahout le mandaba.
En la cultura asiática el elefante era muchas veces un símbolo del poder real. Era usado en las batallas, en la construcción de grandes templos y muchas veces eran regalos que se hacían unos reyes a otros debido a su importancia. Por ello, este tipo de ejecuciones mostraban al pueblo que el rey podía decidir quien vivía y quien moría. Se ejecutaban a defraudadores de impuestos, a enemigos varios, a ladrones.
Lugares de mundo donde se realizaban ejecuciones por aplastamiento de elefante
La Leyes de Manu, que ya hemos visto en otro vídeo (os dejo abajo el enlace), y que se remontan al siglo II a.C. ya mencionan los casos donde hay que usar la ejecución por aplastamiento de elefante. Uno de ellos era por ejemplo el robo. Pero no sólo los hindúes, ya que los musulmanes usaban mucho también este método. El famoso emperador Humayun ordenaba ejecutar con este método a todos aquellos que osaban criticar su reino.
En el siglo XIX se abandonó esta práctica ya que la mayoría de esos países asiáticos se convirtieron en colonias europeas, y los viajeros europeos veían con horror estas prácticas. El imperio británico fue el que prohibió gradualmente esta práctica en la India.
Esto apenas se ha visto en África debido, según se dice, a que el elefante africano es más difícil de domesticar. Pero parece que no era algo tan raro en la antigüedad. Romanos y cartagineses también usaban a los pobres elefantes en este sistema de ejecución.
Más que nada arrojaban a los condenado a los pies de los elefantes y estos los aplastaban. En aquella época no había un entrenamiento tan exhaustivo como el que hacían los mahouts de la India.