KAILASH
La montaña más sagrada de Asia

Montañas Kailash

Hoy nos vamos a la montaña más sagrada de todo Asia, nos vamos al monte Kailash.

¿Y por qué es sagrada?

Según la mitología hindú, tanto el monte Kailash como el lago Mana sarovar es donde vive el dios Shiva, junto con Parvati y sus hijos Ganesha y Kartikeya. Para los hindúes allí se encuentra el paraíso y allí es donde van todas las almas cuando ya no se reencarnan.

Según aparece en el Mahabharata los hermanos Pandava subieron a la cima del monte Kailash para dirigirse hacia la liberación, y en esta epopeya se considera este lugar como una puerta de entrada al cielo.

En los antiguos textos puranas se dice que el monte Kailash es el centro del gran mándala del mundo. Se encuentra en el centro de seis cadenas montañosas, simbolizando así una gran flor de loto.

En ocasiones, el monte Kailash es también usado como un símbolo del lingam, el símbolo del dios Shiva y el lago que se encuentra en su valle, el lago Mana Sarovar, simboliza el Ioni, símbolo de la diosa Parvati.

Kailash para los budistas

Para los budistas también, Kailash sería el principio paterno y el lago sería el principio materno. En estos textos budistas el monte Kailash es conocido como el Monte Meru. Ellos cuentan que en la tradición budista Vajrayana el respetado yogui y poeta Milarepa fue desafiado por el sabio Naro Bönchung de la tradición budista Bön. En ese enfrentamiento decidieron que quien subiera primero a la cima del Monte Kailash sería el vencedor. Mientras Naro Bönchung subía la pendiente, Milarepa se quedó sentado meditando. Pero, sorprendentemente, cuando le faltaba muy poco a Naro para llegar a la cima, Milarepa entró en acción y cabalgando sobre la luz del sol ganó esta carrera, y llegó primero a la cima.

Las cuevas de Ellora son impresionantes, son uno de esos lugares que no hay que perderse en la India. Aquí, el templo más importante está dedicado precisamente al monte Kailash, un templo que está completamente excavado en la roca. Poco a poco fueron quitando y tallando la piedra del terreno e hicieron esta maravilla que podéis ver. Aquí encontramos numerosas esculturas en relieve que representan a Shiva y a Parvati, e incluso vemos al maligno Ravana intentando sacudir el monte Kailash, una escena relatada en la epopeya Ramayana.

Lago y estupa

Desde hace siglos las personas peregrinan al monte Kailash. Esta peregrinación está muy ligada a la antigua peregrinación del lago Manasarovar, un lago mencionado en textos védicos muy antiguos. Se dice que si te bañas en este lago puedes conseguir poderes chamánicos.

Esos textos dicen que aquí fue donde Shiva domesticó al río sagrado Ganges y lo envió a que nutriera las tierras más bajas. Además, se cree que rodear a pie la montaña da buena suerte, puedes acumular karma meritorio y puedes limpiar los pecados de tu conciencia. Los budistas conocen esta circunvalación como Kora. Es una circunvalación que representa: la vida (en sus diferentes etapas), la muerte, la estancia en el bardo (ese estado entre una vida y la siguiente vida), el renacimiento y una nueva vida otra vez. Esto quedará impregnado en la consciencia de los caminantes espirituales que hacen el recorrido.

Para hacer esta aventura hay un sendero que mide unos 52 kilómetros. Lo más favorable para tu alma es recorrerlo en un día. Pero hay que tener en cuenta que el terrero no es llano, se encuentra a una altitud considerable, y puede afectarte mucho el mal de altura. Y por el tema del clima no es posible hacer en invierno, claro. Hoy en día se han acondicionado áreas de descanso en el sendero. Muchas persona, además, hacen postraciones y recitan continuamente el mantra “Om Namah Sivaya”.

No hay que salirse del camino, e intentar subir por las laderas de la montaña es considerado un pecado. Por lo que se sabe, no ha habido ningún intento de ascensión a su cumbre, siempre por respeto a las religiones que lo veneran. El monte Kailash se encuentra en una zona remota del Tibet, a unos 100 kilómetros al norte de justo donde se juntan las fronteras de China, India y Nepal. Cuando China cerró este territorio al mundo exterior, las peregrinaciones cesaron. Mas tarde se volvió a permitir la entrada, pero siempre con un visado y un permiso del gobierno chino. En cualquier momento el acceso podría estar cerrado otra vez.

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