El pobre y el rey de oro – La paloma y la rosa – Lealtad
En efecto, el rey, como si hubiese venido a ver al pobre hombre, hizo detener el carro a su lado. El mendigo, que se había postrado en el suelo, se levantó y miró al rey, convencido de que había llegado la hora de su suerte. Entonces el rey extendió su mano hacia el pobre hombre y dijo