Jyotisha o Astrología Védica

Titulo Astrología

En la época védica ya se miraba al cielo, y según la posición de los astros se decidía cuando realizar los diferentes rituales. De ahí nos llega lo que ahora conocemos como astrología védica o Jyotisha.

En primer lugar vamos a situarnos un poco, vamos a ver donde encontramos la yiotisha en las antiguas escrituras de la India.

Como escrituras más antiguas tenemos los Vedas, hay cuatro Vedas. Posteriormente, como formas de analizar esos Vedas surgen otras escrituras. Como los Vedas son bastante difíciles de comprender se crean ciertas disciplinas para poder entenderlos bien, y de esa manera surgen los Vedangas.

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– El vedanga Siksa que estudia el sonido, el acento, la forma de pronunciar las palabras cuando se recitan los himnos. Gracias a este vedanga tenemos ahora los vedas tal y como se recitaban hace más de 15 siglos.

– El vendanga Chandas nos habla de la métrica de los vedas, los cuales son fundamentalmente poemas. Y es importante esta métrica para darle un ritmo a la narración y es algo que ayuda mucho a la hora de memorizar un texto.

– La disciplina del vedanga Viakarana se centra en la gramática para que las ideas se puedan expresar correctamente.

– El vedanga Nirukta explica aquellas palabras que puedan resultar difíciles de entender, siempre teniendo en cuenta el contexto donde se encuentran.

– El vedanga Kalpa se centra en los procedimientos de los rituales védicos, como se hacían los samskaras, rituales que marcan diferentes etapas en la vida de una persona. Ya hicimos un video sobre los samskaras, os dejo un enlace aquí abajo.

– Y llegamos al vedanga Yiotisha. O sea, una vez que sabemos como pronunciar todo, conocemos la gramática, conocemos las palabras y sabemos como hacer un ritual necesitamos saber el momento idóneo para hacerlo. En un principio era como un calendario, que poco tenía que ver con los planetas, y ese calendario señalaba los días más favorables para realizar los rituales o sacrificios. Pero más tarde Yiotisha se centra en la astronomía (o sea, estudia los movimientos de los astros, los eclipses, meteoritos, cometas), y también se centra en la astrología (es decir, como los movimientos de esos astros afectan a los humanos). Yiotisha nos dice que hay una conexión entre el microcosmos y el macrocosmos.

Este vedanga yiotisha proviene de la época de la dinastía Maurya, hacia los años 300 y 200 a.C. y entonces se rastreaban los movimientos del Sol y de la Luna. Ya en aquella época sabían que la Tierra gira alrededor del sol, no el sol alrededor de la Tierra como se llegó a pensar en Occidente. Cuando esa dinastía Maurya cae en decadencia, aparece el Reino Indogriego. Este reino surgió hacia el año 200 a.C tras las conquistas de Alejandro Magno, y dominó un vasto territorio al norte de la India durante dos siglos. ¿Y que ocurrió? Pues la mayoría de los académicos piensan que las dos culturas se mezclaron, especialmente sus creencias religiosas. Y la Yiotisha absorbió muchas características de la astrología griega. Lo cierto es que los antiguos textos hindúes donde se menciona la Jyotisha nos hablan de medidas de tiempo, de astronomía, pero no se menciona la astrología y menos la profecía. Así que los horóscopos y el tema astrológico que encontramos en la India actual provendría de Grecia. Podríamos pensar, por ejemplo, que hay una relación entre los siete sabios de Grecia, cuyas enseñanzas son consideradas una guía en la vida de los hombres, y los Sapta Rishis, los siete sabios, que se les sitúa en las siete estrellas de la Osa Mayor.

Astronomía
Astrología

¿Y que caracteriza a la Yiotisha, o astrología védica?

Una característica muy importante es que utiliza el sistema sideral, se fija en la posición de las constelaciones, en la posición de determinadas estrellas fijas. Mientras que la astrología tropical, que es la que más conocemos y la más usada en occidente, se fija más en el movimiento del sol.

Rangoli blanco

Las constelaciones son grupos de estrellas fijas en el cielo. Cuando hubo ese gran desarrollo de la astrología en la civilización griega, hacia el año 200 aC, el inicio de la primavera en el hemisferio norte comenzaba con la constelación de Aries. O sea, el punto donde se cortan el plano del ecuador celeste (que sería como alargar la proyección del ecuador terrestre) y la eclíptica o camino que recorre en sol, indica el inicio de la primavera, el momento que los días y las noches duran lo mismo. Y en aquella época, hace 2000 años, eso ocurría en la constelación de Aries. A partir de ese punto, dividieron la eclíptica en doce partes de 30º. Cada parte lleva el nombre de una constelación. Pero la Tierra, al no ser una esfera perfecta, su eje hace una rotación en círculo, como si fuera una peonza, ocasionando lo que se conoce como precesión de los equinocios. Y tarda en hacer una vuelta completa, de ese movimiento de peonza, algo más de 25.000 años. Por lo cual, cada 2160 años, en el momento que ocurre ese inicio de la primavera tenemos en el firmamento una constelación diferente. Hoy en día no se inicia con Aries, sino más bien con Piscis.

La Yiotisha tiene muy en cuenta esto, mira al cielo y se rige por las constelaciones, usa las estrellas fijas como puntos de referencia. En cambio la astrología tropical, que es la que más conocemos, se basa en el sol, en la eclíptica del sol. Dice que justo en el equinoccio de primavera comienza el signo de Aries y divide todo el camino de la eclíptica en 12 segmentos, el siguiente sería Tauro, el siguiente Géminis, Cáncer,…, Las dos astrologías mantienen los mismos nombres de esos segmentos, de las constelaciones, pero esos nombres no coinciden con las estrellas fijas que forman esas constelaciones en realidad.

Signos del Zodiaco
Bhavas

Por ello se dice a veces que yo no debería ser Tauro, debería ser Aries. Los expertos se dan cuenta que el Universo está en constante movimiento y crecimiento. Por ello dicen que el estudio que se hizo hace años para crear el horóscopo tropical, quizá no tenga sentido hoy en día y se debería revisar. Algo que la Yiotisha no necesita hacer. Hay mucho debate con todo esto.

Bueno, más características de la Yiotisha..

Tenemos los Rasi que son los signos del zodiaco, o cada uno de los 30º de ese círculo imaginario. Como pasamos de un signo a otro es igual en los dos tipos de astrología, aunque ya hemos visto que el método de medición es diferente. Cada signo está relacionado con una parte del cuerpo.

Tenemos las Bhavas, las doce casas de la carta astrológica, que estarían marcadas por los límites de los doce signos zodiacales. Cada signo es una casa. Para ello nos fijamos en el signo ascendente, es decir, en la constelación que asciende por el este cuando naces, justo en ese momento, por eso es importante saber la hora de nacimiento. Los astrólogos consideran que el ascendente nos indica el despertar de una persona, su conciencia, al igual que cuando aparece el sol despierta un nuevo día.

Esa sería la casa 1, y a partir de ahí, cada 30º en el sentido opuesto a las agujas del reloj y en la secuencia del zodiaco, seguirían el resto de casas. Cada casa representa un aspecto en la vida de la persona, y según que astros o constelaciones tengamos en cada casa nos dará información sobre ese aspecto en particular.

Estas casas son muy importantes, ya que se dice revelan la verdadera naturaleza de la persona. En sánscrito carta natal se dice bhavachakra. En la Yiotisha hay varios sistemas para alinear las casas con los signos.

Los Nakshatras son las casas lunares en el Yiotisha. Se basan en el mes lunar sideral, o sea, en la órbita de la Luna con respecto a la esfera celeste. Se basan en lo que tarda la Luna en volver a la misma posición con respecto a las estrellas fijas, que serían 27,32 días. Y no hay que confundirlo con el mes lunar que usamos nosotros de unos 29 días, que está definido por las fases visibles de la Luna desde la Tierra. Pues el recorrido que hace la Luna en el mes lunar sideral se divide en 27 divisiones iguales, a veces 28, y cada una sería un Nakshatra, una casa lunar, la cual tiene unas estrellas y unas constelaciones específicas. Se ha dicho que las estrellas podrían ser como los números de un reloj y la luna sería las manecillas que muestran el tiempo. En las escrituras hindúes clásicas estas estrellas y constelaciones se personifican y son consideradas muchas veces como dioses que se casan entre ellos, y bueno hay toda una mitología.

Estos 27 Nakshatras ya aparecen en los principios del Vedanga Yiotisha, y es anterior a la astronomía de la Antigua Grecia.

Cada Nakshatra, cada 13º20´ del recorrido de la Luna, se divide a su vez en cuatro partes iguales que se llaman Padas. Estas partes, estos padas, juegan un papel muy importante en la astrología hindú popular. Cada pada está asociada con una sílaba, y esa sílaba suele determinar el nombre del recién nacido. Se usan mucho para la predicción. Y se dice que la adoración y la realización de ofrendas a ciertos Nakshatras ayuda en la purificación del Karma.

Los 27 Nakshatras, divididos cada uno en 4 padas, tenemos 108 partes, que son las cuentas que tiene un Mala de oración. Un número muy importante en el hinduismo y budismo.

¿Que más tenemos en el Yiotisha? Pues están los Graha, que son los planetas o esos puntos del cielo que influyen en los asuntos humanos. Siempre se habla de los nueve Grahas. En el pasado, esta palabra en sánscrito significaba demonio o algún tipo de entidad espiritual. Algunos eran buenos, otros malos, y aportaban influencia kármica en el comportamiento de las personas. Decían que eclipsaban la mente y la toma de decisiones de los seres humanos. Por lo cual se tienen en cuenta a la hora de tomar alguna decisión en la vida. En la India es normal consultar al astrólogo para saber cual es el mejor momento para casarse o para abrir un negocio.

Grahas

En la astrología védica apenas prestan atención a los planetas Urano, Neptuno y Plutón. Y si consideran a Rahu y a Ketu, los nodos de la luna, los puntos de intersección de las órbitas de la luna y de la Tierra, donde se suelen producir los eclipses. Son puntos muy importantes. Se llaman también la boca y la cola de dragón. Esto me ha hecho recordar una historia que dice que antiguamente, cuando ocurría un eclipse, la gente pensaba que en el cielo había un gran dragón que quería comerse a la luna. Entonces todos sacaban de casa sus cazuelas y tambores para hacer mucho ruido, y así poder asustar al dragón. Hacían tanto ruido que conseguían su objetivo porque nuevamente la luna aparecía.

Otra característica de la Yiotisha serían los Periodos Planetarios que se conocen como Dashas. ¿Y que es esto? Cuando nacemos nuestra carta natal nos muestra quienes somos y que hemos venido a hacer a este mundo. Es como si tuviéramos semillas en nuestro interior, y a lo largo de nuestra vida hay momentos, periodos de tiempo, que ocurren circunstancias propicias para que esa determinada semilla germine. Luego hagamos que ocurran o no es otra historia, pero esos periodos planetarios nos van a dar el empuje.

Hay varios sistemas que se usan aunque el más popular es el Vimsottari Dasha. Es un periodo de 120 años, donde tenemos nueve Grahas o planetas, cada uno con una cantidad de años determinada (lo que se llama su MahaDasha, que a su vez se dividen en periodos más pequeños, los antardhasas, para tener más precisión sobre la influencia de los planetas).

Este periodo planetario comienza con el Nakshatra Aswini que está asociada con la constelación de Aries, está regentado por Ketu, el nodo sur de la luna, y dura 7 años. El periodo acabaría con el Nakshatra Ashlesha, asociado con la constelación de Hidra y regentado por Mercurio. Y llegando a este punto seguiría otra vez con Ketu y volveríamos a empezar.

Nuestro periodo particular empieza dependiendo donde se encontraba la luna a la hora de nacer. En que Nakshatra, que son las casas lunares que vimos antes. Los Nakshatras son 27, así que los 9 planetas se repetirían 3 veces recorriendo esos 27 Nakshatras. Así que si nacemos en el Nakshatra Anuradha, con la constelación de escorpio y regido por Saturno, comenzaremos a vivir desde el MahaDasha de Saturno. Nuestros primeros 19 años tendremos influencia de Saturno, los 17 después por Mercurio, los 7 siguientes por Ketu, etc. Y como hemos dicho cada periodo se puede dividir en espacios de tiempo más pequeños, para atinar más en la predición.

Los dashas, los periodos planetarios predicen el camino de la vida de un individuo.

Un buen astrólogo va a tener muy en cuenta estos periodos planetarios o Dashas. La capacidad predictiva de la astrología védica se basa mucho en la información que se obtiene de estos periodos.

Los Dashas recuerdan un poco a los Ciclos de Crecimiento que se usan en algunos sistemas de Tarot, donde se calculan periodos en la vida de una persona que están marcados por algunos arquetipos específicos, por características de ciertos arcanos mayores que van a predominar en ese periodo.

También tenemos los tránsitos astronómicos, los gocharas, Cuando nacemos, nuestra carta natal nos muestra como estaban los grahas, como estaban los planetas, en ese momento. A partir de ahí esos planetas siguen moviéndose alrededor del zodiaco, e interactúan con el resto de los planetas que vemos en la carta natal. Se dice que en astrología nada es estático. El periodo de tiempo que interactúan los planetas se conoce como tránsito o Gochara. Aquí es cuando escuchamos cosas como Saturno en Capricornio, o nos hablan de la conjunción de Marte y Venus en Leo. Según los expertos, en tema de predicciones, no hay nada más exacto que los tránsitos ya que son los que influyen en la vida de los humanos, a veces de manera positiva y otras veces de manera negativa.

Se dice que la astrología occidental o tropical es buena para definir los rasgos de la personalidad de un individuo, y la astrología védica es buena para predecir cuando ocurrirán eventos importantes en la vida de esa persona.

La Yiotisha es un tema muy amplio y es complicado entenderla bien. A lo largo de la historia hemos visto que han sido muchos los gobernantes que siempre tenían cerca un astrólogo, y conocemos la por ejemplo importancia del Oráculo de Delfos en una civilización tan importante como la Griega. Desde siempre el hombre ha sentido fascinación por los cuerpos celestes, por eso los ha estudiado tanto. Por eso ha estudiado tanto su influencia en nosotros. Y tanto estudio y tanto interés será por algo.

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