RELIGIÓN

Antyesti, ritual de cremación

Antyesti o Antiesti, conoce este ritual funerario hindú

Hinduismo – rituales hindúes

Varanasi es uno de los sitios de la India que más nos llama la atención. Se puede ver que continuamente cremaciones, siempre hay piras funerarias encendidas, es un sin parar de quemar cuerpos. Aunque no se puede decir que sea un momento de alegría para los familiares del fallecido, tampoco se trata de un momento de tristeza. Yo en Varanasi no vi gente abatida como puedes ver en funerales de Occidente. La muerte es un paso más de la vida. Y para que este paso se haga correctamente se hace un conjunto de rituales funerarios que se conoce como Antyesti. Estos rituales aparecen en los Grihya Sutras, que son textos que se cree fueron escritos hacia el año 400 a.C.

Ya vimos en el artículo de los samskaras que a lo largo de la vida de un hombre hay una serie de ritos de paso, el momento cuando toma su primer alimento sólido, el momento que recibe su iniciación espiritual, cuando se casa. De los 16 o 18 samskaras el último es el Antyesti, es la última ceremonia sagrada que recibe una persona. La realización correcta de este ritual puede tener consecuencias en la próxima reencarnación de ese alma.

Cuando una persona fallece, lo primero que se hace es encender una lámpara que se coloca cerca de su cabeza. La intención de esta luz es dar claridad y guía al alma del difunto.

Se suele lavar el cuerpo, se unta con ghee (una mantequilla usada en la India), y se le envuelve en una tela blanca si se trata de un hombre o una mujer viuda, en una tela naranja si el cuerpo es de una mujer cuyo marido todavía vive o en una tela amarilla si se trata de una mujer soltera. Los dedos pulgares de los pies se atan con una cuerda y se coloca un tilak en la frente del difunto.
El cuerpo se traslada desde la casa al lugar de incineración en hombros de familiares o amigos, va adornado con flores y se recitan cánticos u oraciones durante el recorrido.

Vendiendo madera para las cremaciones en Varanasi

Ya en el Rigveda se dice que el cuerpo no es más que un vehículo transitorio, es por ello que se intenta que la cremación del cuerpo se haga cuanto antes, a las pocas horas de morir, para que ese alma no se quede apegada a ese cuerpo. Al fin y al cabo el cuerpo no es más que una prisión para el alma.

Lo normal es hacer la cremación cerca de un río o cerca del mar. El hijo mayor, que suele afeitarse la cabeza, será el encargado de realizar gran parte de esta ceremonia. Si no hubiera un hijo mayor lo haría el familiar varón más cercano o un sacerdote.

Antes de quemar el cuerpo se sumerge en el río sagrado para purificarlo, para limpiar su alma.

Y cuando está en la pira funeraria el hombre recita un himno mientras da vueltas alrededor del cadáver. Lleva una olla de barro llena de agua que finalmente arroja al suelo para que se rompa y de esa manera se simboliza la ruptura o separación de ese alma con la Tierra.

Cerca de los lugares de cremación suele haber un templo donde hay encendida una llama que parece ser que no se ha apagado en cientos de años, se trata de una llama sagrada. Entonces se toma el fuego de esa llama, y con ella se enciende la pira funeraria.

Cuando la pira está en llamas, los familiares pueden rodear esa pira varias veces. En general, no se ven mujeres en este ritual, porque debe ser un momento de alegría, y se dice que como las mujeres son tan sentimentales, podrían ponerse a llorar y obstaculizar el viaje del difunto. En los funerales hindúes modernos se ven bastantes mujeres ya.

Una vez que ha pasado un tiempo el cuerpo en llamas, se hace el ritual kapala kriya. Aquí lo que se hace es atizar el cráneo del difunto para romperlo y que pueda así salir su espíritu, que se piensa sale por la cabeza. Es por ello que se suele untar con mucha mantequilla la cabeza del difunto para que sea una parte del cuerpo que se queme bien, y así que pueda ser rota con apenas un palito. De hecho, muchas veces se fragmenta sola por el efecto del calor y no hace falta ni tocarlo. Esto, aunque parece un poco tétrico es un paso muy importante. El alma no podrá liberarse completamente del cuerpo, hasta que no se haya quemado y fragmentado completamente la cabeza.

Todos aquellos que han tomado parte de esta ceremonia, o han estado expuestos al cadáver o al humo de la cremación deben limpiar su cuerpo lo antes posible, ya que este ritual es considerado impuro y podrían contaminar todo aquello que toquen.

Lugar de cremaciones en Pashupatinath (Nepal)

Cuando finalmente el fuego se apaga, se recogen las cenizas y, como una ofrenda, se depositan en las aguas del río o en las aguas de mar más cercano.

A los 10 o 11 días posteriores al fallecimiento los familiares hacen el ritual que se conoce como sraddha. Este ritual también se hace en varias ocasiones posteriormente, y en determinadas fechas del año para las almas de todos los antepasados de la familia. De esta manera se intenta ayudar al alma del fallecido en su viaje antes de la siguiente reencarnación. Se dice que hasta que no se hace un primer sraddha, el fallecido es como un fantasma perdido, que no sabe hacia donde va.

En el hinduismo, al menos en algunas ramas de hinduismo, también se hacen enterramientos. Los bebes, los niños de menos de 10 años, los sadhus, al considerarse que tienen almas puras se les entierra. En Varanasi, por ejemplo, se les lleva en barca hasta la mitad del río y los cuerpos se arrojan al agua con algún tipo de peso para que no floten, y no hace falta incinerarlos. Muchos sadhus importantes están enterrados. Estos lugares se convierten posteriormente en lugares de adoración. Los rituales de enterramiento son parecidos a los rituales de cremación, aunque el cuerpo en vez de ser quemado es enterrado. Se suele colocar al difunto en posición de dormir, o hay algunas tradiciones donde se coloca sentado, con las piernas cruzadas, los brazos apoyados en los muslos como si estuvieran meditando. Esto se suele hacer normalmente con los santos. Pero en general todo hindú debe ser incinerado, ya que el cuerpo puede ser un impedimento para que el alma viaje hacia el nuevo lugar donde tiene que reencarnarse.

Hay lugares considerados sagrados para hacer este rito de Antyesti como Varanasi, Haridwar o Pashupatinath en Nepal. En estos lugareshay desde hace tiempo crematorios eléctricos. No es algo que guste mucho a la gente, y está costando que se use. En la India mueren cada año una media de 10 millones de personas. Preocupa la contaminación de los ríos y la desforestación. Hacen falta alrededor de 300 kilos de madera para poder incinerar a una persona. Se fomenta el uso de los crematorios eléctricos diciendo que es bastante más barato y más rápido. Pero en la India las tradiciones están impregnadas en la gente, sobre todo en las zonas rurales. Y al igual que el sistema de castas, o la discriminación a la mujer, son cosas que están costando cambiar.

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