RELIGIÓN

Kirtimukha

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Libro mitos hindues

Kirtimukha

El guardión del templo

Kirtimukha

En la entrada de algunos templos de la India vemos una cara monstruosa, con ojos saltones, a veces con la boca abierta y con grandes colmillos, es Kirtimukha.

Vamos a empezar con una leyenda. Erase una vez un rey muy poderoso llamado Jalandara, que se enteró que el gran señor Shiva se iba a casar con la bella Parvati. Jalandara, lleno de envidia, envió un mensajero a Shiva para que renunciara a la mano de Parvati. Envió al demonio Rahu que era el encargado de provocar los eclipses, y quizá provocando uno podría engañar a Shiva diciéndole que no tenía el suficiente nivel para casarse con la bella Parvati, que sólo un rey tan grande como Jalandara, sería digno para ella.

Cuando el mensajero transmitió el mensaje a Shiva, éste se enfadó mucho, tanto que de entre sus cejas salió un ser terrible y enorme con la intención de comerse al demonio Rahu.

Este mensajero, lleno de temor, se dio cuenta que su única esperanza era suplicar a Shiva que lo salvara. Entre los dioses hay normas, y una dice que si te entregas a la misericordia de un dios, éste debe protegerte. Así que Shiva no tuvo otro remedio que salvar a Rahu. Le dijo a ese ser terrible que no comiera al mensajero, que lo dejara ir. Pero ese monstruo necesitaba comida y no dejaría irse al mensajero a no ser que tuviera algo que llevarse a la boca. Entonces Shiva pensó un rato, y le ordenó que aplacara su hambre comiendo su propia carne. Y así lo hizo, comió sus patas, sus brazos, su cuerpo dejando sólo su rostro intacto.

Esto complació mucho a Shiva, así que lo designó como Kirtimukha “cara gloriosa”, y le dio la función de guardar las entradas de sus templos. Kirtimukha sería honrado y adorado por aquellos quienes quisieran conocer de verdad al propio Shiva.

¿Que nos enseña esta leyenda?

La necesidad de comer que tenía Kirtimukha simboliza el sin sentido de los placeres mundanos, el sin sentido de la acumulación de posesiones. El deseo de lo material te destruye, te come por dentro. Hasta que no desechemos ese materialismo, hasta que no desechemos la arrogancia o el orgullo no podremos comenzar nuestra búsqueda espiritual. En este mundo que nos ha tocado vivir, el hambre es algo constante en nosotros, y es una lucha que tenemos dentro constantemente pero debemos superar. Seguir sólo nuestros deseos materiales nos llevará a nuestra propia destrucción.

Kirtimukha es el guardián del templo. El templo simboliza el lugar donde los hombres se unen con el Todo. Y en la entrada de ese templo Kirtimukha nos muestra el camino, el camino hacia la madurez y la sabiduría, mediante la renuncia a los placeres mundanos.

Esta leyenda también nos recuerda la propia naturaleza de la vida. Existe un momento en la mitología hindú que las almas se encuentran en un lugar lleno de felicidad, todo está bien y donde no hace falta ni alimentarse. Kirtimukha nos recuerda que actualmente para poder vivir necesitamos alimentarnos con vida. La vida se alimenta de vida. Aunque seamos vegetarianos, las plantas tienen vida, y para poder vivir debemos comérnoslas, por lo tanto debemos destruir sus vidas. Esto en un principio es algo monstruoso, incluso doloroso, pero cuando somos conscientes de ello es liberador, es como despertarse y darnos cuenta un poco más de los detalles de la vida misma. Esto Kirtimukha nos lo recuerda.

Así que Kirtimukha, mas que un monstruo feroz, es un amigo que nos muestra el camino.

Imágenes usadas bajo licencia CC de Dineshkannambadi, Surajshanu, Anandajoti Bhikkhu, Clemensmarabu, Sagredo y Tropenmuseum