BALI. Recorriendo la isla en coche

Dia 1. Con coche en la isla Bali. De Ubud a Lovina

Nuestro primer día de alquiler de coche, nuestro primer contacto con el estresante tráfico de la isla Bali. Lo primero que hicimos fue llenar el depósito del coche, 36 litros y el litro estaba a 6500 rupias (0,52 €). No tuvimos que volver a repostar en los cuatro días, de hecho cuando devolvimos el coche lo dejamos todavía con gasolina y eso que le metimos kilómetros. Era un coche sencillo, con poca potencia y que apenas consumía. La marca del coche era “Suzuki Estilo” de cuatro puertas, pequeño y manejable, aunque nosotros queríamos un Jimmy, pero resulta que los que tenían que dejar el coche decidieron quedárselo dos días más y nos ofrecieron éste por el mismo precio, 125.000 rupias al día, bueno, lo conseguimos a este precio regateando, como todo.

Lo cierto es que el tráfico si nos parece un poco caótico, las carreteras son estrechas y las motos se cruzan en cualquier momento. Además este día nos tocó subir y bajar un alto con una lluvia incesante que apenas nos permitió disfrutar del camino. En fin, conducir más de cuatro horas el primer día cansa un poco.

Compramos un mapa de carreteras en Ubud que nos sirvió de mucho, pero no esperéis carteles e indicaciones en la isla Bali, lo único que sirve para llegar a tu destino es preguntar a la gente continuamente, y en eso los balineses son muy simpáticos y te ayudarán gustosamente.

Este día visitamos el Templo Ulun Daru, ese templo que aparece en muchas postales y está sobre un lago. La entrada cuesta 30.000 rupias (2,4 €), el doble de lo que cuesta entrar al complejo de templos de Besakih, y es una decepción total. Cuando fuimos nosotros había dos edificios en obras, y esos dos templitos que no puedes ni entrar es lo único que hay. La gente se saca ahí fotos y se va, no hay nada más que hacer. Es una tomadura de pelo. Es muy fácil entrar sin pagar, nos dimos cuenta cuando estábamos dentro. Pegado a la zona de estos templos hay una especie de resort vacío (no había o no tenía clientes) y por cuyos jardines estuvimos caminando. Así que si te interesa, antes de entrar al aparcamiento y en la carretera principal, sigue un poco más adelante y métete por un caminito andando y llegarás hasta ese resort, y ya estás dentro. Merece la pena colarse por lo caro que es y por lo poco que hay que ver.

Por el camino apenas hay lugares donde poder aparcar y tomarte un café o un té, o lo que sea, pero encontramos un lugar especializado en zumos de fresas, que en realidad era una plantación de fresas donde hacían los zumos con las fresas que recogían delante de ti. Estaba lloviznando.

Desde Bedugul hasta Singarja es un alto que hay que subir y bajar y nos coincidió un fuerte chaparrón, la lluvia era tan abundante que las motos paraban y se refugiaban donde podían. En ese momento agradecimos haber alquilado un coche en vez de una moto. Cuando pasamos la población grande de Singaraja paramos en una gasolinera, nos compramos unos refrescos y unas patatas fritas (muy socorridas siempre), y esperamos a que la lluvia amainara.

Llegamos a Lovina, que aunque su playa no es nada del otro mundo, es de lo mejor que hay en el norte. Encontramos un alojamiento por 150.000 rupias (12 €) cerca del parking de la playa y dimos una vuelta. Anduvimos por la playa y según te alejabas encontrabas resorts de nivel, hoteles de lujo escondidos entre la vegetación. Hacia el otro lado, las casas de los lugareños, gallinas, cerdos sueltos y niños muy simpáticos. Estamos en temporada alta, pero en los restaurantes apenas se ve a gente, y en los hoteles siempre encuentras sitio.

Dia 2. Con coche en la isla Bali. De Lovina a Padangbai

Este día decidimos tomar la carretera de la costa nordeste, no teníamos ganas de subir por la zona montañosa y recibir más lluvia. Además es una carretera por donde se conduce mejor.

Paramos en Tulamben. Llegas a un aparcamiento donde enseguida te ofrecen hacer snorkel o inmersiones con botella, para ver su mayor y única atracción que tiene este pueblo, que es el Liberty un barco carguero Americano hundido a 50 metros de la costa durante la segunda guerra mundial. Se ven mujeres acarreando botellas de buceo en la cabeza dirigiéndose hacia la orilla. El mar rompe sobre piedras, sobre las que hay numerosos turistas poniéndose y quitándose los trajes de neopreno, ya que los buceadores salen desde la orilla y no hace falta barco ninguno para llegar hasta el pecio. Fue una pena, pero no hicimos el buceo porque estábamos resfriados y hubiéramos tenido problemas para compensar al hacer la inmersión.

Continuamos con el coche hasta Amed y esperábamos encontrar una bonita playa, pero otra vez la orilla estaba llena de piedras, y había mala mar. Comimos en un chiringuito donde sólo estábamos nosotros y muchos niños intentando vendernos pulseras.

Desués llegamos a Tirta Ganga. Se trata de una especie de jardín y estanques llenos de agua. La entrada cuesta 10.000 rupias por persona (0,80 €). Es un lugar bastante agradable y nos gustó pasar un tiempo allí porque hacía calor y el lugar da sensación de frescor. Además dispone de una especie de piscina donde la gente puede bañarse, de hecho había unos cuantos niños divirtiéndose. Para entrar a esta piscina hay que pagar.

Decidimos ir a pasar la noche a Padangbai, y así ver el tema de los barcos hacia las islas Gili y Lombok. En la guía ponía que en Padangbai había una bonita playa en forma de media luna, pero de bonita no tenía nada. Está llena de barcos sobre las piedras y es una playa poco aconsejable para el baño. Quizá fue bonita hace 20 años.

En el pueblo de Padangbai no hay tanto ambiente como dicen algunas guías, no había tantos turistas, aunque había un bar que cerraba tarde y tenía la música a tope. Nos tocó ese bar cerca de nuestro hotel, así que dormimos al ritmo de Bob Marley. El alojamiento nos costó 150.000 rupias (12 €) con desayuno incluido.

Dia 3 con coche en la isla Bali. De Padangbai a Toya Bungkah (Lago Batur)

Después de desayunar en el hotel nos dirigimos al templo Pura Kehen. Cuando llegamos no había nadie, aunque pronto apareció un hombre que nos dijo que debíamos usar sarong, y que se agradecería un donativo para ayudar a la conservación del templo. Nos pusimos nuestros pareos y le dimos el donativo tras ver el templo. Estábamos solos y aquí no deben venir muchos turistas,  el templo no es gran cosa pero es un lugar muy tranquilo.

Luego fuimos al famoso templo de Besakih. Hay que pasar un control donde se paga la entrada, 15000 rupias por persona (1,2 €), y parking 5000 rupias (0,4 €). Te hacen aparcar a un kilómetro de distancia de la entrada del templo y tienes que hacer una caminata cuesta arriba pasando por numerosas tiendas y negocios. El parking estaba vacío de coches. Es cierto que intentan que cojas un guía, pero con decir un par de veces que no es suficiente y te dejan en paz, puedes ver el templo por tu cuenta. Se trata de un gran complejo, con numerosos templos dentro.

Nosotros coincidimos con una festividad (no nos quedó claro cuál era), y el complejo estaba lleno de gente (Balineses) realizando sus rituales y rezando en los templos. Esperábamos ver más turistas, pero vimos muy pocos y la mayoría con su guía. Se dice que este templo puede resultar estresante, y dicen que intentan engañarte para coger guía, te piden dinero por todo, etc, pero a nosotros no nos lo pareció. En uno de los puestos compramos un botellín de agua pequeña y la señora nos pedía 10000 rupias, pero le dijimos que no le dábamos más que 3000 y la señora aceptó, sin más, como en cualquier otro lugar de la isla. De los templos que hemos visto en Bali éste es el que más nos ha gustado, por algo es el más famoso.

Luego nos dirigimos al lago Batur, y después de algunas paradas para sacar fotos, llegamos a la pequeña población de Toya Bungkah para pasar la noche. Antes de buscar alojamiento bajamos hasta el lago y descubrimos una zona de aguas termales (hot springs). Un lugar delicioso, con piscinas y chorros de agua caliente, justo lo que necesitábamos. La entrada cuesta 150.000 rupias por persona (12 €) e incluye una bebida (como un zumo) y un snack (como plátano frito), además de toallas y champú para ducharte. Por lo menos estuvimos dos horas dentro del agua, disfrutando y relajándonos. En esta localidad hay hoteles de lujo donde te incluyen en el precio de la habitación (225 dólares) su propio spa, pero nos han comentado que es mejor el del pueblo, al que fuimos nosotros.

Da la impresión de que Toya Bungkah tuvo mejores épocas. Este es el punto donde iniciar la ascensión al volcán Batur, y probablemente la gente pasaba la noche aquí. Pero hoy en día la mayoría de los turistas coge un tour desde Ubud o Kuta que les lleva temprano por la mañana (suelen recoger a los turistas a las 02:00 horas) para ascender y ver amanecer desde la cima, y luego les llevan a su hotel de vuelta, sin parar en Toya Bungkah.

Nosotros no subimos al volcán. No nos pareció una excursión atractiva sobre todo porque se veían muchas nubes en la cima del volcán. En la orilla del lago Batur se pueden hacer excursiones en barca, y son muy bonitas las huertas que hay cerca de la orilla y las piscifactorias que hay en el lago. La empinada carretera que llega hasta aquí está muy frecuentada por camiones.

Dia 4 con coche en la isla Bali. De Toya Bungkah (Lago Batur) a Ubud

Hoy nos levantamos sin prisas porque sólo íbamos a hacer el recorrido hasta Ubud y devolver el coche.

En el camino paramos en Gunung Kawi pero no entramos ya que desde fuera no se vio que fuera gran cosa. Después de ver Pura Besakih esto no nos gustó. La entrada costaba 15.000 rupias por persona (1,2 €).

Por el camino encontramos un lugar donde poder degustar el famoso café Luwak. Se dice que es el mejor café del mundo. Resulta que una especie de gato salvaje que hay por aquí, una civeta conocida aquí como luwak, se alimenta de los frutos o granos de café, eligiendo los mejores frutos y los que están en su punto. Entonces buscan los excrementos  de estos luwaks y se limpian repetidamente hasta que se consiguen los granos de café que no se han digerido completamente, se tuestan y de ahí se consigue este café tan ¿maravilloso?. Se justifica diciendo que este luwak come únicamente los granos realmente buenos. En el lugar donde paramos nos mostraron un pequeño jardín donde se podían ver plantas y raíces como el jengibre, la cúrcuma, canela, café,..etc, y nos ofrecieron una cata de diferentes cafés y tés después de pedir una taza de café luwak por 50.000 rupias (4 €). Resultó una visita bastante instructiva. Descubrimos (porque no lo sabíamos) que la cúrcuma se parece bastante al jengibre, aunque de un color naranja y tiene propiedades antibióticas, pudiéndose frotar sobre la piel. El café que tomamos, bueno la cata de los diferentes cafés, nos revolvió un poco el estómago. En Bali no resulta muy agradable tomar café de aquí ya que no usan filtros, y los posos del café te dejan al final un sabor amargo. Para nosotros nos resulta más agradable tomar un nescafé que un kopi (café en indonesio).

Llegamos a Ubud y devolvimos el coche, lo chequearon y todo estaba correcto. Nos dirigimos a Arjuna Hotel a recoger nuestras mochilas y tuvimos la suerte de que tenían habitación disponible. La cogimos para tres noches, nos apetecía descansar un poco. Al final estuvimos cinco noches.

Imágenes Bali en coche 1er día

Imágenes Bali en coche Segundo día

Imágenes Bali en coche Tercer día

Imágenes Bali en coche Cuarto día