CUEVAS DE ELLORA, impresionante arquitectura rupestre
Hemos llegado a Aurangabad a las 11:00 horas. Salimos ayer desde Margao a las 20:00 horas en un autobús sleeper bus de la empresa Paolo Travel por 1200 rupias por persona (15 €). Nos dijeron que era deluxe, y ciertamente lo era, ¡como han mejorado los autobuses en la India!, bueno, sigue habiendo de todo. Pero en este caso el compartimento para los dos era del tamaño de una cama de 1,35 metros y había sitio de sobra para poner las piernas bien estiradas. El trayecto lo hicimos muy bien y muy cómodos, en este caso mejor que en tren.
Es la segunda vez que visitamos Aurangabad, y repetimos porque nos encantaron las cuevas de Ellora (Patrimonio de la Humanidad) y nos falta por ver las de Ajanta (también Patrimonio de la Humanidad). Esta ciudad también está bien para hacer una excursión con un rickshaw y visitar las cuevas de Aurangabad y el Bibi Ka Maqbara, un mausoleo del cual se dice que es el Taj Mahal pobre.
Cuando llegamos a Aurangabad cogimos un rickshaw para que nos llevara al guesthouse Sree Maya. Este guesthouse ya lo conocíamos porque es donde nos alojamos la otra vez que estuvimos aquí, pero resultó que estaban en obras, así que nos alojamos en el cercano Pushpak por 400 rupias (5,20 €), en la parte del hotel con habitaciones económicas. Esto queda muy cerca de la estación de tren.
A las cuevas de Ellora fuimos al día siguiente, las cuales se encuentran a 30 kilómetros de distancia. Hacia las 6 de la mañana estábamos cogiendo un rickshaw que nos llevó hasta la estación de autobuses por 30 rupias (0,4 €) y a las 06:30 horas ya estábamos en el autobús dirección a las cuevas de Ellora por 30 rupias por persona (0,4 €). A las 07:30 horas y después de tomarnos un café estábamos entrando al recinto de las cuevas. La entrada cuesta 250 rupias por persona (3,4 €).
En total el recinto tiene 34 cuevas que en realidad son estructuras excavadas en la cara vertical de un cerro. Este lugar es compartido por tres religiones ya que hay templos hinduistas, budistas y jaimistas que fueron construidos entre los siglos V y X, y su cercanía demuestra la armonía religiosa que había en aquella época.
Lo primero que visitamos fue el increíble templo-cueva principal de Kailash, el número 16, y desde allí seguimos hacia las cuevas budistas, desde la cueva número 15 a la cueva número 1.
El templo Kailash fue diseñado para rememorar el monte Kailash, la morada del dios Shiva. Aunque parece un templo independiente, un templo de varios pisos, lo cierto es que fue tallado en una sola roca (imaginemos una roca gigante que le vamos quitando partes hasta crear este templo). En un principio estaba recubierto de yeso blando para conseguir mayor similitud con el monte Kailash que normalmente está cubierto de nieve. Este templo es, sin duda, una proeza del genio humano ya que supuso la eliminación de 200.000 toneladas de roca y 100 años para poder completarlo.
Después de tomar un refresco en la cantina del recinto decidimos ir hasta el final del complejo, hasta las últimas cuevas jainistas. Por el camino se nos pegó un vigilante que nos convenció para enseñarnos unas cuevas secretas que había detrás de las cuevas que visita todo el mundo. Así que siguiendo un sendero llegamos hasta una zona de cuevas pequeñas al borde de un río. El río ahora estaba seco pero durante la época de los monzones llevan mucha agua, e imaginamos que entonces el lugar sería idílico ya que había unas pozas muy bonitas y apropiadas para bañarse.
Regresando de las Cuevas de Ellora a Aurangabad
Hacia las 3 de la tarde salimos del recinto de las Cuevas de Ellora con intención de coger un autobús de vuelta a Aurangabad. Pero estaba a punto de salir un jeep compartido que por 35 rupias por persona (0,45 €) nos llevaba a Aurangabad, así que lo cogimos. Pero lo mejor hubiera sido esperar al autobús porque este jeep paró en los dos pueblos siguientes y al bajarse gente teníamos que esperar a que captara nuevos clientes. Las esperas fueron largas. Además en este jeep, y en todo los que vimos después, iban a tope. En nuestro Jeep en un momento dado éramos nada menos que 20 personas dentro del vehículo contando con 3 niños pequeños. Menos mal que no teníamos prisa, nos los tomamos con calma y echamos unas risas con la gente local que coincidimos en este trayecto. Unas mujeres musulmanas que sólo enseñaban sus ojos, ya que iban totalmente tapadas, resultaron ser las más simpáticas y las que mejor inglés hablaban.
Las cuevas de Ajanta se encuentran a 105 kilómetros de Aurangabad, a unas tres horas de autobús. Muchos visitan estas cuevas manteniendo el alojamiento en Aurangabad, pero resulta bastante agotador ya que tendrás que hacer tres horas de ida y tres horas de vuelta en autobús. Nosotros, después de desayunar, nos dirigimos al día siguiente al pueblo de Fardapur que está a apenas 5 kilómetros de las cuevas y buscaremos allí algún alojamiento. Hay que coger el autobús que va hacia Jalgaon y decirle al revisor que te avise cuando hayas llegado a Fardapur. Por cierto, desayunamos en un restaurante junto a un hombre que se tomaba el café echándolo de la taza al platillo y bebiéndolo desde el platillo. Estas cosas sólo se ven en la India, y suponemos que como el café estaba caliente se lo tomaba de esta manera, no es mala idea, jeje.