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CUEVAS DE AJANTA, interesantes pinturas budistas

Llegamos a Fardapur en autobús desde Aurangabad en dos horas y media por 115 rupias por persona (1,5 €). Fardapur es un pueblecito que está a apenas 5 kilómetros de las cuevas de Ajanta. El autobús nos dejó en el cruce donde paran todos los autobuses turísticos y allí mismo cogimos un rickshaw que nos llevó a ver varios alojamientos por 50 rupias. Finalmente elegimos el Kanhaiya Kunj Resort que se encuentra en la carretera antes del pueblo, y está a apenas cinco minutos andando hasta el cruce (el T-Point) desde donde salen los autobuses a las cuevas de Ajanta. El hostal tiene habitaciones básicas pero es muy tranquilo, con una zona ajardinada y restaurante. La habitación nos costó 500 rupias (6,30 €).

Cuevas de Ajanta

Visita a las Cuevas de Ajanta

Por la mañana y sin madrugar fuimos andando (apenas 10 minutos por un atajo) desde el guesthouse hasta el parking de los autobuses de las Cuevas de Ajanta. Las cuevas de Ajanta abren a las 9 de la mañana, el primer autobús sale también a las 9 de la mañana, y como nosotros ya estábamos allí a las 8 y media fuimos andando hasta la entrada de las cuevas en vez de esperar. La caminata estuvo muy bien porque estuvimos acompañados por varios trabajadores que también subían andando. Fue una media hora de caminata. Por el camino vimos una jaula grande de metal  con ruedas que según nos explicaron se usaba para atrapar leones, en la actualidad hay solo un parque natural situado en Guyarat que aún conserva algunos ejemplares de león Asiático.

El complejo de las cuevas de Ajanta está bastante mejor preparado que el de las cuevas de Ellora. La entrada cuesta 250 rupias por persona (3,2 €), y junto a la oficina de tickets hay un restaurante que está bastante bien.

Cuevas de Ajanta

Las pinturas están plasmadas sobre yeso, por lo que primero tallaban con cincel la superficie de la roca para conseguir la rugosidad suficiente para mantener ese yeso. El yeso se hacía con barro, paja, estiércol y cal, aunque hay diferencias en los ingredientes de una cueva a otra. Mientras que el yeso estaba húmedo se realizaban los dibujos y se aplicaban los colores. El yeso mojado tenía la capacidad de absorber el color, por lo tanto el color se convertía en parte de la superficie y por ello no se despegaba fácilmente. Se usaron y combinaron varios tipos de piedras, minerales y plantas para preparar diferentes colores, por ejemplo se usaba el lapislázuli para conseguir el color azul y ese color puede verse en contadas ocasiones debido a lo difícil de conseguir esa piedra.

Las esculturas se cubrían a menudo con estuco para darles un acabado fino y un pulido brillante. El estuco tenía los ingredientes de la cal y las conchas de mar en polvo. Este último ingrediente proporcionaba un brillo y una suavidad excepcional. Todavía existen algunas muestras que se han conservado.

Cuevas de Ajanta

Cuando llegamos al final de las cuevas bajamos hasta la zona del río y cruzamos uno de los puentes, desde donde llegamos a un mirador donde contemplamos una catarata que llevaba bastante agua, y eso que estamos en temporada seca. Después subimos hasta uno de los miradores desde donde se consiguen unas vistas estupendas de toda la curvatura del río y de todas sus cuevas (View point 1). Cruzando el otro puente volvimos a los templos y los volvimos a visitar otra vez, uno por uno.

Esta vez utilizamos el autobús para bajar (20 rupias por persona, 0,25 €) y cruzamos toda la fila de puestos de souvenirs que no puede faltar en ningún lugar turístico.

Cerca del parking hay una zona de visitantes, unas instalaciones nuevas y muy amplias que fuimos a ver. Nos sorprendieron mucho estas instalaciones porque estaban francamente bien. Un edificio circular de varios pisos acoge un museo que ofrece información bastante detallada sobre el budismo, sus lugares más destacados y la historia de esta religión. Se emiten videos sobre las cuevas de Ajanta y todo está muy bien condicionado. Un pasillo te lleva a una zona donde hay réplicas a tamaño natural de varias de las cuevas de Ajanta, y lo cierto es que las réplicas están muy bien conseguidas, por lo menos desde fuera ya que no pudimos verlas por dentro porque todavía estaban en obras. Suponemos que en breve todos los puestos de souvenirs se instalarán en unos locales que ahora estaban cerrados, la zona del restaurante se pondrá en funcionamiento y este recinto será el punto de partida o el punto final para todos los visitantes de Ajanta.

Nuestro siguiente destino será Omkareswar. Para ello nos acercaremos mañana a la parada de autobús que hay cerca del guesthouse donde estamos alojados y cogeremos un autobús hasta Jalgaon (unos 40 kilómetros). Y desde Jalgaon, pararemos en Omkareswar.

Cuevas de Ajanta

Las pinturas están plasmadas sobre yeso, por lo que primero tallaban con cincel la superficie de la roca para conseguir la rugosidad suficiente para mantener ese yeso. El yeso se hacía con barro, paja, estiércol y cal, aunque hay diferencias en los ingredientes de una cueva a otra. Mientras que el yeso estaba húmedo se realizaban los dibujos y se aplicaban los colores.

El yeso mojado tenía la capacidad de absorber el color, por lo tanto el color se convertía en parte de la superficie y por ello no se despegaba fácilmente. Se usaron y combinaron varios tipos de piedras, minerales y plantas para preparar diferentes colores, por ejemplo se usaba el lapislázuli para conseguir el color azul y ese color puede verse en contadas ocasiones debido a lo difícil de conseguir esa piedra. Las esculturas se cubrían a menudo con estuco para darles un acabado fino y un pulido brillante. El estuco tenía los ingredientes de la cal y las conchas de mar en polvo. Este último ingrediente proporcionaba un brillo y una suavidad excepcional. Todavía existen algunas muestras que se han conservado.

Cuevas de Ajanta

Cuando llegamos al final de las cuevas bajamos hasta la zona del río y cruzamos uno de los puentes, desde donde llegamos a un mirador donde contemplamos una catarata que llevaba bastante agua, y eso que estamos en temporada seca. Después subimos hasta uno de los miradores desde donde se consiguen unas vistas estupendas de toda la curvatura del río y de todas sus cuevas (View point 1). Cruzando el otro puente volvimos a los templos y los volvimos a visitar otra vez, uno por uno.

Esta vez utilizamos el autobús para bajar (20 rupias por persona, 0,25 €) y cruzamos toda la fila de puestos de souvenirs que no puede faltar en ningún lugar turístico.

Cuevas de Ajanta

Cerca del parking hay una zona de visitantes, unas instalaciones nuevas y muy amplias que fuimos a ver. Nos sorprendieron mucho estas instalaciones porque estaban francamente bien. Un edificio circular de varios pisos acoge un museo que ofrece información bastante detallada sobre el budismo, sus lugares más destacados y la historia de esta religión. Se emiten videos sobre las cuevas de Ajanta y todo está muy bien condicionado. Un pasillo te lleva a una zona donde hay réplicas a tamaño natural de varias de las cuevas de Ajanta, y lo cierto es que las réplicas están muy bien conseguidas, por lo menos desde fuera ya que no pudimos verlas por dentro porque todavía estaban en obras. Suponemos que en breve todos los puestos de souvenirs se instalarán en unos locales que ahora estaban cerrados, la zona del restaurante se pondrá en funcionamiento y este recinto será el punto de partida o el punto final para todos los visitantes de Ajanta.

Nuestro siguiente destino será Omkareswar. Para ello nos acercaremos mañana a la parada de autobús que hay cerca del guesthouse donde estamos alojados y cogeremos un autobús hasta Jalgaon (unos 40 kilómetros). Y desde Jalgaon, pararemos en Omkareswar.

imágenes de las cuevas de Ajanta

Niño mochilero

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